Por: Abiel Bocanegra Hernández
¿Quieres ser sano? Ésta fue la pregunta que hizo Jesucristo al paralítico que se encontraba en el estanque de Betesda. Evidentemente el paralítico lo necesitaba, al encontrarse en un lugar donde los enfermos recibían sanidad, pues un ángel descendía y movía las aguas y el primero que entraba era sanado. Entonces ¿Porque Jesús le pregunto algo que era evidente? Primeramente porque el Señor Jesucristo nunca hará algo si no permitimos que el poder del Espíritu Santo y su Palabra actúe en nosotros pues Él no obra en nosotros por la fuerza. Siendo la excepción cuando las personas se encontraban en un estado de inconsciencia ya fuera por enfermedad, por ser atormentados por espíritus inmundos, incluso por la muerte misma. Y en el estanque de Betesda Jesucristo vio a este hombre que había estado enfermo por 38 años, no se menciona por cuanto tiempo había acudido a ese lugar, pero podemos imaginar que fue por muchos años, y como la escritura lo dice en Juan 5:7, había intentado entrar al estanque varias veces, pero por su condición no podía hacerlo y alguien mas lo hacía primero. Y aquí esta otra razón por la que Jesús le pregunto esto, y es por la cual comparto este mensaje. Durante todos los años el paralítico no pudo recibir su sanidad porque no podía llegar al estanque, no había nadie que lo ayudara. Era impedido por su condición y soledad, pero el deseo de ser sano estaba en él. Pero de pronto llegó Jesús y le preguntó: "¿Quieres ser sano?" En ese momento podemos ver la gracia que implica la sanidad divina. Ya no dependía de su capacidad para llegar primero al estanque cuando descendiera el ángel, Jesús le muestra que ahora solo depende de que haya en él un anhelo de ser sanado, algo que cualquier persona enferma tiene. Jesús en una sola pregunta elimina todas las condiciones que antes necesitaba cumplir, para que fuera libre de su enfermedad. Ahora solo necesita una cosa; desearlo. Nuestro Señor Jesucristo nos muestra que en el estanque de Betesda, que significa "casa de misericordia" , aun había ciertas condiciones, pero Él verdaderamente puede hacer realidad esa misericordia a plenitud, pues no mas son tus acciones ni obras las que determinan el recibir tu sanidad, ya no hay condiciones. Ahora es su misericordia la que te otorga todas las cosas, es su gracia. Ya no persigues la sanidad, la sanidad ahora llega a ti por medio de Jesús, solo debes querer ser sano. La escritura dice el el libro de Isaías capitulo 53 versículo 5; "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Es por Él que tenemos sanidad, es por las llagas de su cuerpo que la sanidad ha llegado a nuestras vidas, así como su sangre derramada fue para limpiarnos de nuestros pecados, las heridas de su piel nos la han otorgado. No hay nada que pueda impedir que seas libre de tu enfermedad. Si crees que en Jesucristo tienes salvación, también tienes sanidad en Él. Ya no la veas como si estuviera lejana, como si tienes que ganártela por medio de tus obras y de tu esfuerzo, sólo la recibes por fe y por su gracia. Al igual que el paralítico, ahora estas en la verdadera casa de gracia, atrás quedan los años de enfermedad y de espera, ahora Cristo a llegado, y puedes ser restaurado en tu cuerpo y vencer toda enfermedad y dolencia, y esto no depende de tus fuerzas, solo de la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Quieres ser sano? Si es así, si deseas ser sanado, toma la palabra de Isaías 53:5 y se libre de tu enfermedad por las llagas de Jesús. Y de aquí en adelante solo descansa en esta palabra y medita en ella dando gracias a Dios nuestro Padre por haber enviado a su Hijo, porque por medio de Jesucristo la sanidad llegó.
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