Dios de toda esperanza

Por Carlos Bocanegra Hernandez

​Cristo es la imagen, la manifestación, la expresión de la naturaleza de Dios, Cristo cuando anduvo en la tierra, Cristo nos dio a conocer como es Dios.

De tal manera que conocer y ver a Cristo, es lo mismo que conocer y ver a Dios.

Juan 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

Al ver a Cristo, podemos ver la naturaleza de Dios.
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¿Hay temor en su vida? ¿Le diagnosticaron una enfermedad terminal? ¿Se oyen rumores de despidos masivos en su empresa? ¿Las finanzas están muy bajas y no alcanza a pagar los gastos del mes? La desesperanza ha entrado a su corazón, el temor, la depresión.

Nuestro Dios y Padre, es Dios de todo amor, fe, de toda esperanza, no pierda su esperanza, nuestro Dios es Dios de toda esperanza, no pierdas tu esperanza Dios trabaja en tu vida cuando, hay esperanza en tu corazón, aunque sea muy poco, él se mueve en la esperanza.

Romanos 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Hay esperanza en Dios, nunca nos ha abandonado,  se ha manifestado entre nosotros por medio de su Hijo Unigénito Jesucristo,  el cual es la imagen misma de su sustancia, y la revelación de su carácter.

El mundo está acostumbrado a temer, a estar en ansiedad, a preocuparse, pero en quienes hemos creído en Jesucristo, estaremos siempre en paz, en todos los relatos de los evangelios, vemos a Cristo sanado, liberando y perdonado pecados, Dios le ama, y el deseo de Dios es su bienestar, Cristo siempre fue movido a misericordia por las multitudes que tenía necesidad de un milagro.

Mateo 9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Dios tiene compasión de nosotros, tal vez conocemos y hemos estudiado que muchas personas se acercaron a Cristo para ser sanados, para ser liberados, pero pocas veces hemos estudiado que Cristo tenía el deseo de sanarlos, que Cristo anhela hacer milagros y perdonar los pecados, Cristo siempre quiso lo mejor para quienes le permitían obrar en ellos.

La voluntad de Cristo era siempre sí, todo aquel que se acercó a él con el deseo de recibir de él, el obro a su favor. Cristo siempre quería obrar, y ahora le dio Cristo quiere hacerlo, él quiere sanarlo, liberarlo, ayudarlo, sanar a su hijo, él no está en un actitud de negar sus bendiciones, el desea hacerlo, tal vez tengamos la duda si él quiere bendecirnos, lo mismo le sucedió a un hombre leproso que se acercó a él, dudando si la voluntad de Cristo era su sanidad.

Marcos 1:40-42  Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

La acción del leproso de venir a Jesús, demostraba que tenía esperanza de ser curado, él se postro ante Cristo, reconociendo su Señorío, pero en su petición tenía la duda de si Cristo quería o no quería sanarlo, tal vez en la oración, usted duda si Cristo quiere salvar a sus hijos, o bendecir su negocio, Jesucristo quien es el imagen de Dios, quien nos revela a Dios, nos muestra en esta historia, que el si quiere, si quiere curarle, ayudarle, bendecirle, así como su voluntad si era sanar al leproso, su voluntad no ha cambiado, el sigue queriendo sanar, salvar liberar.
Dios quiere y puede transformar su vida, Dios obrará en la medida que le creamos, y el creer no es tan difícil, es solo descansar en lo que Dios ha prometido, el enemigo de la fe no es la duda, ni la incredulidad, el enemigo de la fe son las obras y nuestro esfuerzo humano, cuando dejemos de intentar solucionar el problema, y le dejemos a Dios, Dios lo hará sea la sanidad de su cuerpo, un trabajo, la restauración de su matrimonio, Dios lo hará pero debemos descansar en él, recuerde él quiere hacerlo, no estamos intentando ganarnos sus bendiciones, solo debemos descansar en él y tomarlas por fe,

Dios quiere hacerlo, ¿usted quiere recibirlo? Tómelo por la fe, no me refiero a una capacidad poderosa de no tener temor ni duda, sino a una fe que involucra descansar en Dios y su fidelidad, y lo primero que debe hacer es descansar en Dios la salvación de su alma, de ahí vienen todas las bendiciones, ¿Cómo hacerlo?

Creyendo en Jesucristo como su Señor y Salvador, Cristo murió y resucito para dar salvación y vida eterna, y todos los que invoquen su nombre el promete salvarlos, recuerde él quiere salvar, solo depende de que descansemos en él y recibamos su salvación. Le invito a orar conmigo diciendo lo siguiente:

“Señor Jesucristo, yo creo que tú eres el Hijo de Dios y creo que moriste para mi salvación y que resucitaste para darme vida eterna, ahora recibo la vida eterna por la fe en ti. Gracias. “
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Recuerde Dios quiere hacerlo y para recibirlo solo hay que llenarnos de esperanza y descansar en su amor y recibir sus bendiciones. 

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